Cómo freír milanesas

Para freír milanesas de carne o de pollo se hace de la misma manera. Necesitas una sartén, si son pocas milanesas, mejor pequeña, así gastas menos aceite. Algo importante es que las milanesas entren cómodamente para que se cocinen bien, eso lo tienes que haber calculado al cortar la carne y también al rebozarla con el pan rallado.

Pon las milanesas en un plato al costado de la cocina o estufa y otro plato con varias hojas de papel de cocina para ir colocando las milanesas cocidas y que se absorba el aceite. El aceite que uso es el aceite de girasol, porque es de sabor suave y es económico. Yo no guardo el aceite usado, no lo filtro ni nada de eso. Tampoco hago comidas fritas muy seguido ni para muchas personas, ésos son otros casos y otras formas de cocinar.

Primero seca la sartén sobre el fuego mediano para que no salpique cuando eches el aceite. Cuando esté seca y caliente (no mucho) echa el aceite cubriendo el fondo hasta más o menos medio dedo (horizontal), si vas a hacer una sola milanesa, o un dedo si vas a hacer más. Calienta el aceite hasta que notes un cambio en la forma que se mueve, mueve la sartén y lo verás, al verterlo está como espeso, pero cuando se calienta se vuelve más líquido. Para saber más de este tema del aceite consulta en la entrada sobre como saber cuando está caliente el aceite.

Bien, algo importante es saber que la temperatura del aceite no tiene que bajar, si el aceite está muy frío, la milanesa lo absorbe y queda indigesta y empapada de aceite. Toma una milanesa de un extremo y sosténla sobre la sartén, sumerge la otra punta un poquito, tiene que burbujear, si no lo hace espera que se caliente más. Si chisporrotea, sumérgela toda despacio, si la botas de golpe salpicarás aceite hacia todos lados.
Si la sartén es grande puedes colocar las milanesas que entren, pero no deben superponerse, y espera un poco entre una y otra para dar tiempo a que el aceite recupere la temperatura.

Bien, ya tienes la milanesa en el aceite y debes esperar a que se dore bien del lado de abajo, no te digo cuanto tiempo, debes quedarte al lado de la hornalla. Cuando se dora de un lado la das vuelta, cuida de no pincharla porque suelta jugos y pueden salpicarte al tocar el aceite. Lo mejor es una espumadera o espátula o tenazas. O dos tenedores, uno abajo, otro arriba y hop! la das vuelta.

El fuego tienes que ir viendo, comienza con fuego mediano y si ves que necesita más lo subes o si ves que se quema rápido lo bajas. Si hace falta más aceite, es mejor esperar a sacar la milanesa y agregarlo y calentarlo antes de la siguiente. Si no es posible, agrégalo de a chorrillos por el borde de la sartén, nunca encima de la milanesa.

Cuando está dorada de los dos lados la levantas con la espumadera sobre la sartén y dejas que gotee el exceso de aceite, para esto también sirven las pinzas o tenazas de cocina. Cuando ya no gotee la colocas sobre las hojas de papel de cocina. Ya has frito una milanesa!

Si el pan rallado se suelta demasiado en el aceite y se quema y te quedan varias milanesas por freír, quítalo con la espumadera.
Si quedaron como empapadas de aceite o blandas, el aceite estaba demasiado frío, esto puede pasar porque las metiste a la sartén cuando el aceite no se había calentado aún o porque el fuego estaba muy bajo en algún momento de la cocción, debes vigilar que al poner una milanesa, vuelva a calentarse el aceite, ya que si pones varias al mismo tiempo, el aceite se enfría y le cuesta volver a la temperatura ideal para freír.
Si salieron algo quemadas por fuera y no muy cocidas por dentro, el aceite estaba demasiado caliente, si salieron quemadas pero cocidas, quizás las dejaste demasiado tiempo.
Freír es un arte que se aprende con la práctica.

Acompáñala con papas o arroz y ensalada y rocíala con jugo de limón.